La Gestión Forestal: la mejor aliada de la regeneración natural del bosque frente al cambio climático

Una Tesis Doctoral, elaborada en el seno del Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible de la Universidad de Valladolid, analiza las estrategia de reproducción en los pinares ibéricos en busca de alternativas de gestión aplicables en el actual contexto de cambio climático. Uno de nuestros miembros, Ruth Martin, defiende mañana día 26 de octubre de 2018 su tesis doctoral: " ECOLOGÍA EVOLUTIVA DE CARACTERES DE ADAPTACIÓN AL FUEGO EN UNA ESPECIE DE PINO MEDITERRÁNEO" en el Salón de Grados del Edificio Principal de ETSII Agrarias (Palencia).

En los ambientes mediterráneos el aumento esperado de la temperatura y los cambios en los regímenes de precipitación provocados por el cambio climático serán especialmente drásticos, estando acompañado además de una mayor frecuencia e intensidad de incendios forestales. La capacidad de los árboles para sobrevivir en el medio plazo a estas nuevas condiciones dependerá de la existencia de variación genética suficiente, del intercambio de información genética entre poblaciones y de su capacidad de adaptación. 

El objetivo principal de esta tesis ha sido comparar cómo distintos ambientes más o menos favorables condicionan la capacidad de adaptación de un pino mediterráneo (Pinus halepensis Mill., pino carrasco). En concreto, se han centrado en dos caracteres de adaptación al fuego: la serotinia (el que las piñas se mantengan cerradas a pesar de estar maduros ya los piñones) para construir una reserva de semillas que asegure la regeneración tras fuegos de copas intensos, y el espesor de corteza que aísla los tejidos vivos del interior del tronco para que no se quemen, permitiendo la supervivencia de los árboles adultos frente a incendios. Comprender cómo interactúan estos factores (ambientales y genéticos) es un reto fundamental para prever la respuesta de estos bosques bajo los nuevos escenarios ambientales que nos presenta el cambio climático.

Sus resultados indican que los ambientes limitantes para el crecimiento de esta especie, fundamentalmente condiciones continentales con escasez de precipitaciones en primavera y verano que definen estaciones de crecimiento cortas, aceleraron la liberación precoz de semillas sin fuego y disminuyeron la asignación de recursos a la corteza (menos protección de los árboles adultos), un rasgo de adaptación al fuego muy poco estudiado en especies de coníferas. Esto podría aumentar el riesgo de muerte por incendios moderadamente intensos en los bosques de pino carrasco y disminuir la probabilidad de supervivencia de esta especie en el futuro.

Sus resultados confirman que no sólo se deben considerar los rasgos de crecimiento o reproducción en el manejo forestal sostenible y en los programas de conservación, sino también aquellos rasgos directamente relacionados con la adaptación al fuego, para conseguir una mejor conservación y gestión, que mantenga el potencial de adaptación de las poblaciones forestales frente a los desafíos que nos presenta un futuro debido al cambio climático. 

Así pues, las recomendaciones de esta investigación deberán ser tenidas muy en cuenta en los años venideros si queremos preservar los pinares mediterráneos —nuestro hábitat al fin y al cabo— de cara al futuro.