En el mes de febrero de 2013 ser organizó por parte del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (Universidad de Valladolid-INIA) y de la red SELVIRED (Red temática sobre selvicultura y gestión sostenible de sistemas forestales) un Seminario sobre frondosas para la producción de madera de calidad.
Se conocen como frondosas productoras de madera de calidad a un grupo de especies forestales que aparecen de forma silvestre en nuestros montes, caracterizadas por un rápido crecimiento, y por la calidad y belleza de su madera.
Las más conocidas y apreciadas son cerezo y nogal, de las cuales existen notables ejemplos de plantaciones bien gestionadas y con importantes crecimientos. Sin embargo hay otras muchas especies aptas, algunas adaptadas al clima riguroso y a la sequía estival del centro de la meseta, como el jerbo, mientras que otras son aptas para vivir en suelos encharcados, como el aliso. Algunas viven en alta montaña como el abedul y el mostajo y otras en los cursos bajos de los ríos, como el fresno.
Con el inicio del Programa de Forestación de Tierras Agrarias en el año 1993, algunos propietarios iniciaron la reforestación de terrenos, con diversos criterios. En algunos casos la principal motivación era restaurar una finca con criterios que aproximen su estado al bosque silvestre. Para ello se han empleado frondosas, habitualmente frutales silvestres como el manzano, el peral o los serbales, o especies de ribera como el fresno o el abedul. Si se siguen algunos criterios selvícolas sencillos, se pueden conseguir trozas de madera de buena calidad en pequeños golpes, en una gestión que compatibiliza la presencia de una cubierta diversa y continua con una explotación forestal ordenada.
En otros casos, las frondosas se plantan en marcos regulares, con una única especie que se gestiona para conseguir la mayor productividad. Las labores selvícolas favorecen el crecimiento de los árboles sin que el efecto de la competencia o la presencia de ramas retrase la obtención del máximo volumen de madera y de la máxima calidad estética y tecnológica. En este caso las alternativas son casi siempre el nogal, incluidos los híbridos y el nogal negro, y el cerezo.
Entre ambos modelos existen casos intermedios, con mezcla de especies, variadas densidades de plantación y criterios de gestión. El objetivo del seminario era actualizar los conocimientos adquiridos a lo largo de los últimos 20 años, y discutir sobre estas alternativas de gestión, el rendimiento económico, la importancia de estas plantaciones en el ecosistema, los materiales disponibles y las principales características de las especies forestales que pueden producir madera para carpintería de calidad en ciclo corto.
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