La función de las PCR más allá del coronavirus
Cuatro jóvenes investigadoras (dos de ellas miembros de iuFOR) revelan en un seminario en el campus de La Yutera las utilidades de esta prueba para conocer las plantas o los alimentos en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
A finales de 2015, la asamblea general de las Naciones Unidas decidió designar el 11 de febrero, que fue este pasado jueves, como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El objetivo no era otro que conmemorar y reconocer la trayectoria de todas las mujeres que han contribuido al avance de la ciencia y la tecnología y cuya historia, en demasiadas ocasiones, ha quedado en el olvido.
El científico ya dista mucho del hombre bajito, feo, despeinado, con la bata blanca y gafas, que tanto se asemeja a Albert Einstein. No había nadie con ese aspecto en el salón de actos del Campus de La Yutera de la Universidad de Valladolid, sino que las ponentes que participaron en la jornada de divulgación científica 'Las PCR y otros test diagnósticos... más allá de la covid' eran mujeres jóvenes, peinadas y sin bata, que también se dedican a la ciencia. «Es importante destruir el mito de que el científico es un señor mayor y friki», señaló al final de la conferencia la doctora Elena Hidalgo, organizadora de esta iniciativa, profesora de la Escuela Superior de Ingenierías Agrarias y miembro del Instituto Forestal de Gestión Sostenible, que está llevando a cabo una campaña de divulgación.
Los anticuerpos son los encargados de marcar los patógenos que son malos, de los que hay que protegerse
La actual situación de la tercera ola hizo imposible que se realizase presencialmente el acto, con las butacas ocupadas, los corrillos de personas comentando las conferencias a la salida y el aplauso final. Pero, no por eso dejó de celebrarse. Era un día importante. Se hizo telemáticamente, llegando a todo aquel que estuviese interesado, a través de la pantalla, ya fuera de móvil, tablet u ordenador. Hubo más de 180 inscritos, siendo alguno de ellos una clase entera de colegio o instituto, por lo que se estima que este seminario fuer seguido por más de 250 personas.
Más de la mitad tenían una edad comprendida entre los 20 y los 30 años -aunque había espectadores comprendidos desde menos de 20, alumnos de institutos, a más de sesenta años- y hasta el 75% fueron mujeres. Se interesaron y se conectaron a esta cita con la ciencia y con las mujeres, desde diecinueve provincias distintas de España e incluso también del extranjero, que llegaron conexiones desde Francia.
«Es nuestra obligación trasmitir de una manera sencilla», advertía Elena Hidalgo, con el fin de romper las barreras de que la ciencia es ininteligible y con el objetivo de llegar a todo el mundo porque «la ciencia es cultura». Por eso, las cuatro invitadas que dieron sus ponencias, Irene Bocos (Investigadora en el Instituto Universitario en Gestión Forestal Sostenible), Olaya Mediavilla (ID Forest-Biotecnología Forestal Aplicada y profesora de la Escuela de Ingeniería Técnica Agraria en el departamento de Producción Vegetal), Manuela del Caño (profesora de Inmunología en la Facultad de Medicina) y Marta Hernández (Investigadora de Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León), lo hicieron de forma fácil, llegando a todos los inscritos y explicando cosas que, puede que hasta entonces, estuviesen más confusas o difuminadas.
Las investigadoras explicaron las bases científicas y técnicas de los test utilizados para diagnosticar la covid-19 y las distintas aplicaciones que tienen estas técnicas en sus ámbitos de trabajo, como en las ciencias agroalimentarias o forestales.
El coronavirus es el microorganismo del que más secuencias de ADN se han hecho para conocerlo, con más de 500.000
Desde que estallase el coronavirus, hace casi ya un largo año, la población se ha ido familiarizando, a golpe de actualidad y de noticias trágicas, con términos como PCR, test diagnósticos, genomas o virus. Pero, estas palabras van mucho más allá de la pandemia. Una prueba de PCR es una reacción en cadena de la polimerasa, una técnica de biología molecular para obtener un gran número de copias de un fragmento de ADN, partiendo de un mínimo. Para la covid, se utiliza para buscar ARN del virus en un fragmento de material genético.
Nuevas especies
«Utilizamos la pruebas de PCR para la identificación genética forestal, para distinguir distintos tipos de especies», afirmaba Olaya Mediavilla, mientras mostraba en la pantalla del ordenador imágenes de tres tipos distintos de trufas. Y, obviamente, cada una tiene una calidad y un precio, de ahí la importancia de reconocerlas a tiempo. También, se utilizan estas pruebas para reconocer nuevas especies para la ciencia, para identificar los nuevos organismos y conocer sus características. Esto es, para poder poner nombre y apellidos a todo lo que nos rodea.
A pesar de la distancia física entre el público y las investigadoras, las preguntas llegaron al final de las ponencias y no pudieron contestarse todas de la cantidad que hubo. Nada mejor que utilizar la aplicación a través de la que se vio el seminario para escribir las dudas y buscar más respuestas a una mañana llena de conocimiento, de descubrimiento y de ciencia. Incluso si un árbol enferma, se puede estudiar qué le ocurre o quién le causa esa enfermedad a través de un estudio de suelo con PCR. Con la secuenciación masiva de esta prueba, «podemos identificar los hongos y las bacterias que se encuentran en el suelo», agregó Mediavilla.
Continuando con el tema de la secuenciación, Marta Hernández dio el increíble dato de que el coronavirus SARS-CoV-2 es el microorganismo del que más secuencias existen en el mundo, con más de 500.000, en un esfuerzo mundial para tratar de conocer al virus con todos los detalles posibles. Pero, esta forma de estudio es importante también para certificar a un agricultor que una muestra de una planta, de la que querrá comprar grandes cantidades, tiene calidad y es buena. «La técnica que se basa en la estructura del ADN ha caído de precio y ha subido la accesibilidad», afirmó Marta Hernández.
«Es nuestra misión trasmitir la ciencia de forma sencilla porque es cultura» ELENA HIDALGO | «Saber si ese piñón es el bueno y no otro, se descubre a través de su ADN» IRENE BOCOS | |||
«Utilizamos PCR para la identificación forestal, para distinguir tipos de especies» OLAYA MEDIAVILLA | «La inmunidad no son solo los anticuerpos, también las células de memoria» MANUELA DEL CAÑO | |||
«La técnica basada en la estructura del ADN ha caído de precio y ha subido la accesibilidad» MARTA HERNÁNDEZ |
En la cita con las científicas en el Campus de La Yutera también se ahondó en temas como la inmunidad, tan en boca de todos últimamente. ¿Quién no quiere ser un superhéroe y tener defensas para que el virus no pueda atacarte? «La inmunidad no son solo los anticuerpos, también las células de memoria, que nos dan a largo plazo la inmunidad», afirmó Manuela del Caño.
Los anticuerpos son los encargados de marcar los patógenos que son malos, de los que hay que protegerse. «También les impiden actuar, porque les bloquean y dan la voz de alarma, llamando a todas las autoridades para acabar con el problema», agregó. Para detectar los anticuerpos en la sangre, se extraen y se analizan las proteínas del virus.
Dos horas después, cuando se apagaron las pantallas y los altavoces, todo el público tenía un poco más claro la dimensión de las pruebas PCR y todas sus utilidades, gracias a las explicaciones de las investigadoras. «Necesitamos no desaprovechar el talento del 51% de la población, de las mujeres. No puede desperdiciarse ni limitarse su capacidad de progreso por las barreras invisibles», sentenciaba la vicerrectora de Palencia, Amalia Rodríguez, que acudió a la conferencia junto con Fátima Cruz Sousa, en representación de la Cátedra de Estudios de Género.
Huesos o muestras de momia para saber si hubo epidemias
Se copia un fragmento específico del ADN, dependiendo del objetivo que se tenga al realizar la PCR. Se pueden buscar virus, eso es lo que más claro tenemos de la función de estas pruebas, pero más allá de la covid-19, se puede saber si tenemos hepatitis, VIH o incluso enfermedades genéticas. «Saber si ese piñón es el bueno y no otro, se descubre a través de su ADN», señalaba Irene Bocos. También, para descubrir quién es el asesino o la propia identidad del cadáver que ha aparecido, al más puro estilo de la serie estadounidense CSI.
Y, además, se utilizan las PCR para la Arqueología o la Paleontología, ya que con huesos o incluso con muestras de momia -retrocediendo cientos y cientos de años en el tiempo-, se pueden detectar epidemias que asolaron países o sociedades en el pasado.
«Para saber el fragmento de ADN que se tiene que copiar en una PCR, utilizamos los iniciadores específicos, que son los que le dicen a la polimerasa el trozo que hay que copiar», argumentó. En cada prueba se duplican una media de 40 ciclos, para encontrar toda la información requerida para el objetivo concreto.
Texto original de: https://www.elnortedecastilla.es/palencia/funcion-alla-coronavirus-20210214232241-nt.html